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Cuando se reúnen las organizaciones con un fin de impacto social genuino suceden sinergias impensadas, positivas, creativas e inspiradoras. Así se encontraron la Universidad Católica Argentina (UCA) desde la Carrera de Ingeniería en Alimentos, la cervecería artesanal Temple y Cáritas Argentina para crear un alimento a base del subproducto cervecero para poder brindarlo a las personas que más lo necesitan.
Desde hace ya algunos años la industria cervecera argentina vive una época de apogeo imparable. Y si bien vemos cervecerías prácticamente en cada esquina de los principales barrios porteños, son pocas las que deciden ir un paso más alla y redoblar la apuesta incorporando prácticas sostenibles en su estructura. Por suerte, Temple Brewery es una de ellas. Su nueva propuesta es una apuesta a nuevos paradigmas, modelos de negocio y cultura organizacional con el objetivo de disminuir los residuos para lograr basura cero.
Pero, ¿cómo lo hacen? Una de sus iniciativas es la reutilización de los residuos orgánicos que se producen en la cocción de la cerveza. El bagazo –resultante del proceso de prensado y filtración del mosto obtenido tras la sacarificación del grano de cereal (cebada)- no es del todo un residuo, sino más bien un subproducto rico en proteínas, fibras y antioxidantes.
Gracias al apoyo estratégico de la Asociación Civil Más Oxígeno y a la inspiración del reconocido profesor y empresario belga Gunter Pauli -creador del concepto de Economía Azul a nivel global-, decidieron encarar un proyecto donde este subproducto (malta) sea efectivamente utilizado. Así nació el proyecto de elaboración de panes de hamburguesa y pizzas Temple, hechos con malta reutilizada.
Pizza de malta - Innovación BeTemple
“Sabíamos que contábamos con potencial alimento resultante de nuestra elaboración de cerveza, solo teníamos que encontrar el modo de brindarlo a quienes más lo necesiten», cuenta Tatiana Baigorria, Gerente de Sustentabilidad de Temple.
Tatiana se reunió con fundaciones que la fueron acercando a la organización Cáritas Argentina (Centro Solidario San Jose y a su escuela Pan de Vida) y junto a la Universidad Católica Argentina comenzaron a coordinar el proyecto de evaluación de la calidad alimentaria y nutricional del bagazo. Además sumaron alumnos y graduados para tener una práctica profesional diferente e innovar en las oportunidades que la cocción de cerveza brinda, para poder así donar a centros comunitarios y hogares del país este nuevo alimento: bagazo comestible o malta.
“Encontramos de sumo interés el desafío de estudiar, investigar y desarrollar un alimento que, además de cuidar el ambiente, se pueda utilizar con un fin social promovido desde una empresa joven y de alma emprendedora», explican Gabriela Lalanne, directora la Carrera de Ingeniería en Alimentos de UCA y Silvina Pueyrredon, profesora y coordinadora del proyecto.
En esta instancia se encuentran investigando procesos para optimizar la obtención y tratamiento del bagazo de cerveza. La promesa colaborativa de esta alianza es más que llamativa: al momento de aprobación del producto alimenticio, se publicará la investigación y se convocará a fábricas de cerveza de todo el país para sumarse a esta gran causa de donación de la malta.
Conocé más sobre esta iniciativa en www.betemple.com.ar.

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